miércoles, 7 de junio de 2017

El legado de Brzezinski; el caos


La semana pasada fallecía uno de los últimos grandes "dinosaurios" de la política exterior estadounidense y personaje fundamental para entender la geopolítica de la Guerra Fría, así como algunas de la posiciones actuales de la política exterior de EE.UU en el mundo actual; Zbigniew Brzezinski.

A día de hoy, los resultados de las políticas, orientaciones y conceptos diseñados por Brzezinski, pueden observarse alrededor del mundo; su legado esta plenamente vigente, y revisar sus ideas aporta bastante luz a las tinieblas actuales.

Zbigniew Brzezinski, de origen polaco, el estratega de la línea dura durante la Guerra Fría, fue consejero del presidente Lyndon B. Johnson de 1966 a 1968 y posteriormente consejero de Seguridad Nacional de Jimmy Carter (1977-1981); pese a que sus cargos oficiales se limitan a los citados, lo cierto es que Brzezinski mantuvo su influencia sobre la política exterior de Estados Unidos hasta los últimos momentos de su vida., vanagloriándose de ser el polaco que más daño había hecho a Rusia en toda su historia.

Zbigniew Brzezinski, el padrino de la yihad afgana

Zbigniew Brzezinski pasará a la Historia como el cerebro de la infamemente famosa Operación Ciclón (encargada a la CIA) y que financió y armó a los yihadistas mujahidines afganos desde 1979 ; aquí radica el verdadero germen de la actual expansión global del yihadismo.

Los recientes atentados en Manchester y Londres se han sucedido a la par que la desaparición de Zbigniew Brzezinski, pero de igual manera que los mass media prefirieron no escarbar demasiado en las estrechas relaciones del Gobierno británico con los yihadistas libios (Manchester), tampoco han decidido dedicar demasiado tiempo a la más que delatadora conexión de Zbigniew Brzezinski y el gobierno estadounidense con la expansión global del fenómeno yihadista; los ciudadanos europeos siguen en tinieblas y desconcertados por la extensión de un pánico generalizado del que el propio DAESH se jacta en sus publicaciones, entre otras cosas porque nadie se atreve a alzar la voz y denunciar con rotundidad el histórico papel de los gobiernos occidentales en el auge de esta nueva forma de guerra; el terrorismo.

Como ya ha sido debidamente documentado incluso por boca de sus propios protagonistas, el auge actual del fenómeno yihadista no es casual ni tiene su origen en la guerra de Siria, pese a los esfuerzos de prensa, políticos y "analistas" occidentales inmersos en una tarea de propaganda y desinformación que actualmente tiene poco que envidiar a los tiempos de la Guerra Fría.

Estados Unidos lleva apoyando a Al Qaeda y sus organizaciones afiliadas (como el propio Estado Islámico) desde hace casi medio siglo y especialmente desde la guerra afgano-soviética,cuando la CIA,con la colaboración cercana del MI6 británico, el Mossad de Israel, la Inteligencia Inter-Servicios de Pakistán (ISI) y la Inteligencia de Arabia Saudita (GIP), creó campos de entrenamiento en Pakistán por los que se calcula transitaron unos 35.000 yihadistas, procedentes de 43 países islámicos, desde 1982 a 1992.

Sin embargo, la versión oficial, para el consumo público, ha transmitido la falsa idea de que la “invasión” soviética de Afganistán (24 de diciembre de 1979) fue hábilmente explotada por estrategas como Brzezinski como la oportunidad de atraer a los soviéticos a una trampa mortal , empantanar a la URSS en su propio "Vietnam" y, con el tiempo, conducirles hacia el mismo colapso de la URSS.

Los Estados Unidos incluso presentaron públicamente a los yihadistas anti-soviéticos. En 1983, el Presidente Reagan, que intensificó la política afgana de Carter, se reunió con líderes de los Mujahideen en Washington, dejando para la Historia la famosa fotografía y emitiendo una declaración que decía:

"Ver a los valientes combatientes afganos de la libertad combatir arsenales modernos con simples armas de mano es una inspiración para aquellos que aman la libertad".

El punto culminante de la propaganda estadounidense llega en 1988 con la película Rambo III ( de muy difícil encaje tras el 11-S ), presentando literalmente a los yihadistas como "luchadores por la libertad". Cabe incluso preguntarse la implicación del propio Brzezinski, habida cuenta del paralelismo evidente entre el mentor de Rambo y el propio Brzezinski. En un momento dado, este personaje grita a su captor soviético:

"¡Ya teníamos nuestro Vietnam! ¡Ahora vas a tener el tuyo!".


Una versión tan hollywodiense como inexacta, según han reconocido pesos pesados como Robert Gates (ex-director de la CIA) o el propio Brzezinski, construida para contrarrestar el argumento soviético acerca de que su intervención respondía a la continuada injerencia secreta de Estados Unidos. Tras la ayuda no oficial que la CIA había estado canalizando a los islamistas afganos durante años a través de Pakistán e Irán, la Inteligencia estadounidense inició sus operaciones a gran escala en 1980, pero Carter ya había firmado la orden de intervención el 3 de julio de 1979, cuando en Afganistán aún no había tropas soviéticas.

En su libro de memorias ,"From the Shadows” (Desde la sombras), el ex-director de la CIA Robert Gates, ya mencionaba que la CIA comenzó a ayudar a los muyahidines afganos seis meses antes de la intervención soviética en Afganistán.

Así lo admitió años después el propio Zbigniew Brzezinski, reconociendo también que la intervención de la CIA en Afganistán precedió a la invasión soviética de 1979. (1) (2)

En sus propias palabras:

"Según la versión oficial de la historia, la ayuda de la CIA a los muyaidines empezó en 1980, es decir, después de que el ejército soviético invadió Afganistán, un 24 de diciembre de 1979. Pero la realidad, secretamente guardada , es completamente lo contrario De hecho, el 3 de julio de 1979, el presidente Carter firmó la primera directiva para la ayuda secreta a los opositores al régimen pro-soviético de Kabul.Y ese mismo día, escribí una nota al presidente en la que le expliqué que en mi opinión esta ayuda iba a inducir una intervención militar soviética."

Las palabras de Brzezinski revelan la utilidad geo-estratégica que tuvo y sigue teniendo el "terrorismo islámico" para EE.UU:

"Entrevistador: ¿Y tampoco se arrepiente de haber apoyado el fundamentalismo islámico, o de haber aportado armas y asesoramiento a los futuros terroristas?

Brzezinski: ¿Qué es más importante para la historia del mundo? Los talibanes o el colapso del imperio soviético? ¿Algunos musulmanes agitados o la liberación de Europa Central y el fin de la Guerra Fría?

Entrevistador: ¿Algunos musulmanes agitados? Pero se ha dicho y repetido que el fundamentalismo islámico representa una amenaza mundial hoy en día.

Brzezinski: ¡Tonterías! Se dice que Occidente tenía una política global en relación con el Islam. Eso es estúpido. No hay un Islam global. Observemos el Islam de una manera racional y sin demagogia o emoción. Es la religión principal del mundo, con 1500 millones de seguidores. Pero, ¿qué hay de común entre el fundamentalismo saudí, el moderado militarismo de Marruecos o Pakistán, el Egipto secular o el islam asiático pro-occidental o central? Nada más que lo que une a los países cristianos"
.

Otro testimonio relevante que destapa el control occidental del fenómeno yihadista es el libro de Michael Springmann, "Visas para al-Qaeda: Los papeles de la CIA que sacudieron al mundo", escrito ni más ni menos que por el ex jefe de la sección de visados de Estados Unidos en Jeddah (Arabia Saudita) y dónde detalla específicamente cómo:

"Durante la década de 1980, la CIA reclutó y entrenó a los agentes musulmanes para luchar contra la invasión soviética de Afganistán. Más tarde, la CIA movería a esos agentes desde Afganistán hasta los Balcanes, y luego a Irak, Libia y Siria, viajando con visas ilegales de Estados Unidos. Estos combatientes apoyados por Estados Unidos y entrenados podrían transformarse en una organización que es sinónimo de terrorismo yihadista: al-Qaeda".

Siguiendo la receta escrita y diseñada por Brzezinski, el crecimiento de DAESH y Al-Nusra en Siria fue alimentado por los Estados Unidos (el Departamento de Estado, el Pentágono y la CIA) y sus aliados occidentales y regionales (Reino Unido, Francia, Turquía, Arabia Saudita, los Estados del Golfo, etc.) organizando una nueva Operación Cyclon con el propósito de derrocar el gobierno de Al-Assad.

Como señala adecuadamene el experto en materia militar Alexandr Zhilin:

"Brzezinski tiene una cierta relación con la aparición de la eficaz arma de la Tercera Guerra Mundial: el terrorismo. (…) El Daesh y otros grupos extremistas son obra de los servicios especiales británicos y de politólogos del nivel de Brzezinski. Son armas que se podrían emplear sin ser responsable de su uso. Brzezinski ensayó estas concepciones inhumanas". (3)

Brzezinski era un estratega pragmático, capaz de recurrir a cualquier táctica en pro de la consecución del objetivo. Así, en 2007, llegó a recomendar a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado la realización de atentados de falsa bandera contra intereses estadounidenses y culpar inmediatamente a Irán para provocar una guerra.

En efecto, en febrero de 2007, durante una audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el ex consejero Zbigniew Brzezinski indicó que:

"Un escenario posible para un enfrentamiento militar con Irán implica que el fracaso iraquí alcance los límites americanos; seguido de acusaciones americanas que hagan a Irán responsable de ese fracaso; después, por algunas provocaciones en Irak o un acto terrorista en suelo americano[, acto] del cual se haría responsable a Irán.

Esto pudiera culminar con una acción militar americana “defensiva” contra Irán que sumergiría a una América aislada en un profundo lodazal en el que estarían incluidos Irán, Irak, Afganistán y Pakistán." (4)

Expansión de la OTAN

Zbigniew Brzezinski jugó también un decisivo papel en otra de las cuestiones más candentes de la geopolítica de finales del siglo XX e inicios del sigo XXI; la expansión de la OTAN hacia el este.

Mientras el entonces dirigente soviético Gorbachov era agasajado y seducido por las falsas promesas de George Bush padre, Brzezinski fue uno de los grandes planificadores de la expansión atlantista hacia el espacio ex-soviético.

Sin embargo, tras el colapso de la URSS y la desaparición del Pacto de Varsovia, la primera opción manejada por el estratega era la desintegración de la propia Rusia; opinaba que "mientras Rusia siga siendo un país grande y fuerte habría necesidad de desmembrarla para que Europa, Japón, EEUU e incluso China pudieran repartírsela en trozos".

Cabe encajar dentro de esta lógica las guerras en el Caúcaso ( Chechenia, Georgia..) puesto que la situación ideal expresada por Brzezinski desmembraría Rusia en tres: la Rusia europea, la Rusia siberiana, y la Rusia del extremo oriental, en vistas de un significativo debilitamiento ruso que conlleve a la propia implosión interna de la Federación Rusa.

Y para justificar la constante y planificada expansión de la OTAN hacia las fronteras de Rusia se hizo necesario "crear" la amenaza rusa; líderes políticos occidentales, el Pentágono, medios de comunicación e inflyentes think tanks llevan años desarrollando esta propaganda, logrando dar la vuelta a la realidad y consiguiendo que la opinión publica occidental vea cada movimiento de Rusia en pro de la seguridad de sus fronteras como una nueva muestra de la "agresividad expansionista" rusa.

Pero simplemente se amoldan o se crean realidades que se adapten a las estrategias previamente definidas.

En su libro, "El Gran Tablero" (1998) (5), se deja entrever la idea de que Rusia, como enemiga derrotada por los EE.UU, no sufrió el proceso acaecido en Alemania o Japón (que pasaron de enemigos a aliados), y por lo tanto Washington debe esforzarse en lograr que Rusia re-defina su identidad y sus relaciones con Estados Unidos; es decir, alejarla de su pasado soviético y conservar el papel de Estados Unidos como única superpotencia del mundo surgida tras la Guerra Fría. Para ello, señala como fundamental para EE.UU aumentar su influencia y ejercer presión en la masa continental eurasiática, en la que se concentra la mayor parte de la población, de los recursos naturales y de la actividad económica del planeta.

Y en especial en lo que Zginiew Brzezinski y Bernard Lewis definirían como el "arco de crisis" (desde el Golfo de Guinea hasta el mar Caspio pasando por el Golfo Pérsico) y que constituye la zona más crítica del mundo en cuestión de hidrocarburos.

Para asegurarse permanentemente una posición de primacía en dicho escenario ,el Pentágono consideró que se hacía necesario lo que el presidente George W. Bush describió como una "remodelación del Gran Oriente Medio", consistente en una redefinición de las fronteras, los Estados y los regímenes políticos de los países implicados.

Irremediablemente, los Estados surgidos en toda esta amplia zona tras la Primera Guerra Mundial y tras los procesos de independencia acaecidos tras la Segunda Guerra Mundial, habrían de ser destruidos para ser reemplazados por entidades más pequeñas, endebles y de carácter étnico y confesional unitario.

La culminación exitosa del plan exige crear las condiciones para mantener de forma permanente el enfrentamiento de estos mini-estados unos contra otros. Echando un vistazo a la actual situación de Siria, Libia, Irak o Ucrania,pareciese que la estrategia ha sido plenamente ejecutada, y, desde el punto de vista estadounidense, con éxito.


De nuevo recurriendo a su "El gran tablero", Zbigniew Brzezinski reveló allí la lógica interna de la expansión eterna de la OTAN. a través de una estrategia de procesos graduales y simultáneos, que vinculan indisolublemente la expansión de la UE y la de la OTAN, sin límites definidos y cuya culminación, tras los episodios de Ucrania, era llegar a la frontera de Rusia.

En cuanto al éxito de la expansión de la OTAN, están en marcha las maniobras 'Saber Strike 17' (del 28 de mayo al 24 de junio) llevadas a cabo en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia y donde participan militares de EE.UU. y otros 19 países; algunas acciones, como las planificadas en la ciudad estonia de Voru, cuya finalidad es repeler el ataque de un país ficticio llamado 'Botnia', se realizan a sólo 35 kilómetros de la frontera rusa.(6)

Ucrania; Brzezinski en la administración Obama

Para llevar a cabo estos propósitos, Ucrania se convertiría en un territorio crucial; Zbigniew Brzezinski, apostaba por la desestabilización del país para evitar, según expone Brzezinski, que Rusia pudiera llegar a ejercer su influencia sobre Ucrania y tener acceso al mar Negro, lo cual le facilitaría los medios para convertirse en un poderoso estado que abarque Europa y Asia, capaz de hacer sombra a la hegemonía estadounidense. Definía Ucrania como un “pivote geopolítico” cuya estratégica posición permite conectar Rusia y Europa.

Estos motivos hacen más fácil entender porque Estados Unidos ha facilitado a Ucrania unos 5.000 millones de dólares desde 1991, porque organizó la "Revolución Naranja" en 2004-2005 y porqué fue actor decisivo en los acontecimientos del Maidan.

Brzezinski actuó como asesor político en asuntos exteriores al presidente Obama durante su campaña de 2008 y siguió asesorándole extraoficialmente sobre la política exterior, de una manera más o menos activa. Su hijo, Ian Brzezinski, también asesoró al senador John McCain, protagonista en las calles de Kiev y fotografiado en Siria junto al que luego sería el Califa Abu Bakr al-Baghdadi.

Finalmente, como asesor de política exterior de Obama, Brzezinski pudo presionar para desencadenar el tristemente famoso Maidan, con las consecuencias que todos conocemos; EE.UU y la UE lograron la ruptura ruso-ucraniana y el inicio del proceso de adhesión de Ucrania a la OTAN, pero Rusia terminó consiguiendo su acceso al Mar Negro a través de Crimea.

Su última aportación; Fomentar el caos

Activo hasta el final de su días, Zbigniew Brzezinski, quiso aportar su ultimo granito de arena a la concepción de la geopolítica estadounidense en abril de 2016 mediante un artículo titulado "Realineamieno global" en la revista The American Interest. (7)

El articulo gira entorno a dos premisas previas que Brzezinski establece; Estados Unidos ya no es la única una potencia hegemónica mundial. Derivado de ello, advierte del probable caos como resultado del colapso de dicha supremacía estadounidense. 

A continuación planteaba una serie de recetas a aplicar por el todavía presidente Obama para lograr la conservación eficaz de la hegemonía global estadounidense. Por supuesto, resulta evidente que el estratega aprovecha la falsa retórica de la lucha contra el terrorismo, recurrentes esloganes propagandísticos e interpretaciones que distan bastante de la realidad.

Brzezinski ponía el punto de mira sobre Oriente Medio y recomendaba una estrategia de triple acción, que sin embargo evoca en la memoria los tiempos de la Guerra Fría:

1. Fomentar el caos y la guerra en la región, apoyándose en la fuerza del "despertar democrático global".

Es decir, seguir apostando por el manejo de los movimientos yihadistas, verdaderos protagonistas de todos estos procesos disfrazados de "rebeliones populares"; ni más ni menos que la receta empleada desde los tiempos de Afganistán.

2. Declarar la guerra contra el terrorismo y trasladar la carga a Rusia y China, aprovechándolos en un conflicto sin esperanza en la región.

Es decir, crear un problema ( el movimiento yihadista) y arrojarlos encima a tus enemigos, como también hizo en Afganistán.

3. Mantener o incluso aumentar su presencia militar bajo el pretexto de preservar la estabilidad en el Oriente Medio.

O lo que es lo mismo, desestabilizar una región e introducir posteriormente bases militares, una vieja receta que sigue dando frutos; el establecimiento de bases estadounidenses en el territorio kurdo de Siria es un magnífico ejemplo de ello.

NOTAS:
(1) Le Nouvel Observateur, daté du 15-21 janvier 1998, p. 76.
(2) http://dgibbs.faculty.arizona.edu/brzezinski_interview
(3) https://mundo.sputniknews.com/politica/201705271069498171-brzezinski-rusia/
(4) https://www.wsws.org/en/articles/2007/02/iran-f21.html
(5) https://books.google.es/books/about/El_gran_tablero_mundial.html?hl=es&id=FDz6Z2fAMNQC
(6) http://www.interfax.ru/world/564147
(7) https://www.the-american-interest.com/2016/04/17/toward-a-global-realignment/

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